¿Cómo crear una empresa paso a paso?

Cuando vas a emprender un negocio tienes que tener en cuenta una serie de pasos y tareas que bien realizadas te llevarán al éxito. La constitución jurídica de la empresa y el plan de negocio son los puntos de partida, pero no son lo único y mucho menos lo más importante que te tienes que plantear antes de emprender tu proyecto.

 

La forma jurídica es clave a simples efectos burocráticos y financieros, como el pago de impuestos, y si tienes dudas siempre será mejor dejarte asesorar por profesionales con gran experiencia en el campo.

 

Pero el éxito no dependerá exclusivamente de un buen plan de negocio, sino de la experiencia y la capacidad de análisis antes de lanzarte al mercado. Antes de comenzar el proyecto tendrás que tener en cuenta varias cuestiones, como son:

 

  1. Elige un nicho de mercado: la primera elección en cualquier negocio se basa en la elección del mercado. Cuanto más definido esté, menos esfuerzos tendrás que dirigir a la promoción. Además tener un nicho bien definido te permite conocer mejor a tu competencia y, sobre todo, a tus clientes y cómo satisfacer sus necesidades.
  2. Crea tu imagen de marca: cuando definas tu empresa, sus valores y el valor que ofreces a tus clientes, será fácil encontrar un gancho o eslogan con el que definir tu negocio brevemente, y que será muy útil a la hora de explicar lo que haces a tus clientes o para pedir financiación.  
  3. Diseña un plan de negocio: la experiencia y la intuición siempre son más importantes que un buen plan de negocio. Hay muchas pequeñas empresas que ni siquiera disponen de uno y no les va tan mal, así que no pierdas excesivamente el tiempo, ya que su ciclo de vida es corto. Para no tener que estar cambiando el plan cada poco tiempo, lo mejor es que definas los puntos clave como qué vendo, cómo voy a venderlo, a quién, cuál es mi competencia, qué me diferencia de ella, cuánto me costará y cuánto espero ganar.
  4. Forma un equipo ilusionado y con talento: por muchos planes de negocio que hagas, al final cada empresa es el conjunto de personas que trabajan en ella. En el sector servicios, y cada vez más en el resto de sectores, la satisfacción del cliente depende del trato y la información que reciben de los trabajadores de la empresa. Una buena gestión del personal y un correcto liderazgo te garantizan el éxito empresarial.
  5. La comunicación y la escucha activa son esenciales: muchos emprendedores cometen el error de creer que deben mantener su idea en secreto para que no se la copien. ¡Nada más lejos! Como sabes, hoy en día es raro dar con algo que no se haya inventado o que alguien no haya llevado a cabo antes que tú. Por eso no es tan importante la idea  como la puesta en marcha del proyecto. Aquí, y como ya hemos mencionado, el equipo humano es un factor fundamental. La clave del emprendedor está en comunicar tu idea de forma sencilla y clara tanto a tus potenciales clientes como a los profesionales de los que te rodees.

 

Si necesitas asesoramiento legal profesional puedes contactar con nosotros en el 983 812 033 o visítanos en Plaza de Montmorillón número 2 3C de Medina del Campo.

¿Cómo gestionar a los trabajadores de mi negocio?

Los trabajadores son el punto clave de tu negocio, más aún cuando la empresa es pequeña. El cliente tiene una oferta amplísima de productos y servicios para elegir hoy en día, por lo que, sobre todo si tu empresa es de servicios, tus empleados cobrarán el mayor protagonismo.

 

Con un trato tan cercano entre mando superior y personal, los lazos amistosos y profesionales se funden, por lo que en un ambiente relajado y con buena comunicación el trabajador producirá más y lo hará con gusto.

 

En la gran familia en la que se convierte tu negocio, los trabajadores son una parte muy importante de tu activo, y la satisfacción de tus clientes dependerá de la atención recibida. Por eso, para que tus empleados estén motivados y sean fieles a tu empresa, se hace fundamental una buena gestión del personal:

 

  1. En primer lugar, hay que conseguir crear un equipo en el que los objetivos y la ilusión por la empresa sean conjuntos. Al compartir valores e intereses entre negocio y personal conseguirás que los empleados estén motivados y sacarás el máximo potencial de cada uno.
  2. Teniendo en cuenta que las personas son el activo más importante, ellos serán los responsables de sacar el trabajo adelante, como un coche al que echas gasolina. Solo mediante una motivadora gestión del personal conseguirás que tu cliente se sienta especial.
  3. Como hemos dicho la motivación es fundamental para que los empleados se sientan como parte del proyecto. Ayudarles a su desarrollo profesional y personal te reportará un equipo feliz y entregado con el que trabajar.
  4. La comunicación es igual de importante que la confianza, por eso no te olvides de hablar con tus personal, recuérdales qué se espera de ellos.
  5. El cliente siempre es el motor de la empresa, y su satisfacción será el éxito de nuestro negocio. Por este motivo los trabajadores siempre tienen que saber para quién trabajan, qué busca el cliente, o si su labor va a dirigida a un departamento interno, y qué resultado deben alcanzar. La gestión de tus trabajadores se basa en que tengan claro qué y para quién tienen que realizar su trabajo, así se podrán establecer sus retribuciones en función del resultado.
  6. Si consigues hacerles sentir como socios, compartirán como suyos los éxitos de la empresa y tendrán mayor conciencia de que si el trabajo está bien hecho, será reflejado en su salario. Es un tipo de motivación basada en salarios variables según incentivos.
  7. Conoce a tus trabajadores, solo permitiéndote establecer ciertos lazos conocerás de sus conocimientos y habilidades. Esto es muy importante no solo de cara a procesos de selección, sino también a la hora de designar funciones o lanzar un nuevo servicio, por ejemplo.
  8. Las habilidades y los conocimientos se pueden adquirir, y para ello una buena formación se vuelve fundamental. El la llave para que el trabajador crezca y desarrolle su potencial. Por eso cuando llevas a cabo la gestión del personal debes tener muy claras las fortalezas y las debilidades de cada uno, para poder aportarles con formación aquello que les haga evolucionar.
  9. Crea una familia, el sentimiento de pertenencia hace que tus trabajadores prefieran trabajar para ti antes que para la competencia. Se convierten en embajadores y defensores del negocio, hablando bien de ella en su entorno.
  10. No descuides la comunicación interna, es el nexo de unión para que el resto de puntos clave funcionen. Además, sirve para unirte con tus trabajadores y así evitar su insatisfacción y, por tanto, unos malos resultados.

 

Si necesitas asesoramiento legal profesional puedes contactar con nosotros en el 983 812 033 o visítanos en Plaza de Montmorillón número 2 3C de Medina del Campo.  

 

Tengo un negocio, ¿qué sueldo me pongo?

Cuando emprendemos un negocio una de las primeras cosas en las que pensamos es si deberíamos ponernos un sueldo y , de ser así, cuánto debería de ser. Tomar la decisión correcta puede evitarnos graves consecuencias financieras y fiscales, más aún si hemos creado la empresa como una sociedad, donde el salario constituye un gasto más a sumar.

 

Para hacer un buen balance sobre la rentabilidad de tu negocio y su viabilidad, es importante incluir algún sueldo, por estos motivos:

 

  • El emprendedor terminará por no querer montar su propio negocio y renunciar a una remuneración, en favor de un trabajo en el que sea asalariado, con ingresos fijos y sin preocupaciones.
  • En el caso en el que tuviese que contratar a otra persona para que realice sus funciones, el no haber contado con dicho gasto le obligará a aumentar sus ventas o bien subir sus precios.

 

Antes de fijar un salario lo primero, y ante todo, es ser realista y no anteponer nuestros gastos a los del negocio. Se trata de hacer crecer un árbol, que tras muchos cuidados y espera nos dará suculentos frutos.

 

Iniciar un negocio desde cero siempre es muy difícil, pero también es el momento clave para que todo vaya bien. Esto significa que en un principio deberemos renunciar a un gran salario, y conformarnos con aquello que cubra nuestros gastos personales básicos.

 

Si la empresa tuviera varios socios, lo normal sería hacer un cálculo aproximado como si estuviéramos contratando a un trabajador por cuenta ajena por llevar a cabo nuestras funciones. Si bien es cierto que, hay muchas funciones que no son delegables ni tampoco retribuibles con un sueldo.

 

La segunda cuestión a tener en cuenta es el reflejo de nuestro salario en el balance de la empresa cuando ésta es societaria. Si nos atribuímos un sueldo muy alto significa pagar más impuestos y, si por el contrario, decidimos ponerlo muy bajo, podríamos generar pérdidas en la empresa.

 

Aquí está la clave, establecer el salario fijo que cubra nuestros mínimos personales , y añadirle un variable al final del año según las ventas o los objetivos cumplidos. Además, es importante establecer la forma de cobro de tu salario para poder recurrir a bonificaciones fiscales y por tanto ahorrar.

Hasta el 1 de enero del 2017, el IRPF permitía la exención del cobro de dividendos hasta los 1.500 euros, lo que significaba la devolución del importe retenido. Pero a partir de este año la fiscalidad ha cambiado, por lo que es conveniente que consultes con un asesor profesional que te ayude a tomar la decisión correcta y ha realizar la documentación necesaria.

 

Recuerda que si hay beneficios entonces tendrás dividendos, y para acceder a ellos primero deberás haber liquidado el impuesto de sociedades que corresponda. Los dividendos te ayudarán a distinguir las retribuciones por el trabajo y por el hecho de ser socio.

 

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