En el despacho de Henar Sierra son muchos los emprendedores que nos han preguntado cuál es la mejor opción a la hora de comenzar un negocio, si optar por fundar una sociedad o darse de alta como autónomo.
Esto es lo primero que tienes que tener en cuenta antes de arrancar, mucho antes de realizar un plan de empresa. Esto es porque dependiendo de la modalidad que elijas, variarán los impuestos que tendrás que pagar, y por tanto, también lo harán tus cálculos financieros.
Una vez tengas claras tus habilidades como emprendedor y cómo quieres llevar a cabo tu proyecto, es hora de evaluar qué opción escoger, ¿autónomo o sociedad?.
- Antes de nada, ¿tienes pensado tener socios o vas a dirigir la actividad tú solo?. En el caso en el que tengas claro que prefieres un socio con el que compartir el proyecto, te recomendamos la sociedad limitada, una forma jurídica en la que es más fácil la entrada y salida de socios sin riesgos para los existentes. En caso de que no quieras tener socios, sin duda tu elección debería ser la de autónomo, una figura para la que la asociación se vuelve más complicada, aunque existan comunidades de bienes o sociedades civiles.
- La segunda pregunta que deberás realizarte es, ¿eres bueno con trámites burocráticos y papeleos varios?. Desde nuestro estudio legal podemos ayudarte en estos trámites puedes contactar con nosotros en el 983 810 233. Pero, recuerda que entre tus obligaciones están la custodia de la documentación fiscal y contable. Los trámites para ser autónomo son mucho más sencillos, basta con darse de alta. En cuanto al pago del IVA, y las retenciones por trabajadores o local, los trámites son muy parecidos en el caso de que tengas una sociedad o seas trabajador por cuenta propia. Sin embargo, la tributación sí que varía, en concreto la cuota a pagar en función de los beneficios. Aunque variará dependiendo de tus circunstancias personales como personas a cargo o minusvalías, a través de una sociedad la tributación suele ser inferior a la del IRPF.
- Una de las valoraciones más importantes es, ¿cuál es el riesgo de tu negocio?. Hay actividades que requieren de una mayor inversión y por tanto el riesgo que corres si algo sale mal es mayor. En el caso de sociedades limitadas, o incluso anónimas, cuya definición dependerá del tamaño de la misma, el riesgo es menor, ya que en el caso de los autónomos, éstos responden con sus propios bienes.
- El último paso es preguntarte qué tipo de negocio quieres emprender y cuál quieres que sea su imagen. Si confías en tu negocio y quieres hacer de él tu medio de vida, la mejor opción es elegir la forma societaria. Se trata de tener una visión a largo plazo que dé cabida a modificaciones como la entrada y salida de socios o familiares, y de la que puedas retirarte al menos de forma estrictamente laboral para pasar a cobrar dividendos. Una sociedad siempre dará mejor imagen de empresa, y tendrá más posibilidades en un futuro.
Si necesitas asesoramiento legal profesional puedes contactar con nosotros en el 983 812 033 o visítanos en Plaza de Montmorillón número 2 3C de Medina del Campo.